jueves, 15 de mayo de 2008

“Las huellas del dolor en un documental”

- Mujeres de la Shoá -


En el contexto del 63 aniversario de la capitulación nazi (mayo de 1945) el canal 13 de Buenos Aires emitió, el sábado 3 de mayo, un documental realizado por la Universidad de La Matanza para el Museo del Holocausto -Shoá- de Buenos Aires. Este programa que concitó gran interés, marcó 6,2 puntos de rating, según la medidora Ibope, la mayor audiencia de la franja horaria.  
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La producción audiovisual “Mujeres de la Shoá”, vista, aproximadamente, por 500.000 televidentes, llevó un año de intenso trabajo de estudiantes y egresados de la UNLaM. Basado en los testimonios de Gina Ladanyi, Eugenia Unger, Micheline Papiernik, Lea Richter, Hanka Jakubowicz y Raia Mazur, sobrevivientes del aparato nazi, los terribles relatos dimensionan el significativo rol de la mujer en aquellos tiempos en que hubo 60 millones de muertos, 6 millones de los cuales fueron judíos. "Nos quitaron nuestra identidad, nuestra infancia, nuestra familia, nuestras vidas...”, enfatiza Eugenia.
El Museo del Holocausto tiene entre sus objetivos "mantener viva la memoria para que hechos de esa naturaleza nunca más se repitan", es por ello que gestionó este film testimonial y su difusión. Asimismo, la “Fundación Memoria del Holocausto”, institución fundada en 1993, destaca la “vasta tarea educativa, orientada a concientizar a la sociedad acerca de las graves consecuencias del racismo y la xenofobia”, y el esfuerzo por “… la educación como modo privilegiado de recuperar la historia para prevenir la reiteración de actos racistas y violentos que amenazan una y otra vez a la humanidad”.
¿Cómo imaginar otro futuro? Decía Johan Huizinga: "Es cierto que toda época deja en la tradición más huellas de su dolor que de su dicha. Son los infortunios los que pasan a la historia.” En todo caso, el necesario ejercicio de la memoria sobre los acontecimientos más dolorosos, como los exhibidos en el documental, deja una gran enseñanza. Es tarea y responsabilidad de todos preservar el patrimonio cultural, las tradiciones, robustecer el respeto por las identidades como alternativas para que la humanidad tenga en su haber, en la balanza de los recuerdos, menos penurias, más felicidades.

Buenos Aires, mayo de 2008.

Carlos Szwarcer. © 2008.

lunes, 12 de mayo de 2008

PERRA ENAMORADA -el espectáculo de Roberto Piazza-



Un nuevo espectáculo de Roberto Piazza, definido como Musical - Erótico – Romántico, estrenado el jueves 10 de abril en el Velma Café, Gorriti 5520/30, Buenos Aires. Lleva el nombre de una canción de Mina, Perra Enamorada: “Este tema fue prohibido en Italia por su osadía -comenta el artista - y ahora, en español, lo incluyo dentro del repertorio, como un símbolo de las historias de amor de mujeres. Mujeres jóvenes, no tan jóvenes, abandonadas, muertas, dejadas, olvidadas, vírgenes, prostitutas, enamoradas, o simplemente apasionadas. ”


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Roberto Piazza y Susana Rubio


 
















Siete actrices, cantantes y bailarines en escena y cinco músicos en vivo realizan este show musical con canciones de Tom Jobim, Manzanero, Mina, Sandro, Roberto Carlos, Simone, Laura Pausini, Pappo, etc. Piazza, creador de alta moda, innovador e inquieto, es también un polifacético artista. En su largo camino, desde el aprendizaje en el taller de costura de su madre hasta estos años mediáticos, el santafecino desplegó y consolidó un estilo en todo lo que hace. Parece ubicar su mundo interior en un horizonte lejano, aunque las voces del pasado cada tanto lo sobresaltan, lo conmueven. Sus sensaciones, imágenes y vocabulario discurren pendularmente entre un exquisito y delicado glamour y giros que se internan en arrabales de una transgresión que no incomoda. Aquí lo suyo es la nostalgia, la melancolía.

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El Elenco de Perra Enamorada en el saludo final. 


El vuelo de su imaginación, que ha abordado diferentes facetas del espectáculo, en Perra Enamorada deja lugar a un show sencillo, de temas musicales que representan los gustos musicales del diseñador devenido en cantante. Su paso poco afortunado, en noviembre del año pasado, por “Cantando por un sueño”, el exitoso programa de Marcelo Tinelli, no lo amedrentó. Sabiendo que no es un intérprete profesional necesita, no obstante, demostrar sus recursos histriónicos. Jugando con la tranquilidad de ser local, su voz alcanza, aquí, para crear algunos climas que le recuerdan paisajes de su vida. Lo transmite, incluso su carraspera. Pide agua, se ríe de la situación, dialoga con el público y sigue adelante. Una progresiva subida de voltaje erótico, anunciado desde el comienzo llega a su cenit en algunos desnudos de Majo Dupre, vedette transexual, y en escenas lésbicas suficientemente cuidadas.
Las participaciones de Susana Rubio, vedette “de la época de oro de la Revista” dan el toque de humor al espectáculo. Los delirantes diálogos entre Piazza y Rubio son muy aplaudidos. La actriz, bailarina y cantante que trabajó con grandes cómicos como Dringue Farías, José Marrone, Don Pelele, Juan Verdaguer, Alfredo Barbieri, entre otros, tiene un gran oficio; revive en su tono de voz, sus chistes, sus silencios y su vital desparpajo, el espíritu de los escenarios revisteriles de los años sesenta. Escuchándola, viéndola, se disfruta algo muy especial y uno se pregunta por qué se perdió gran parte de esta escuela interpretativa. Tenemos una respuesta, pero no es el lugar indicado para contestarla. Por suerte Piazza convocó a “la Rubio” y el público accede, también, a un par de “pasos de comedia” que recuerdan un humor y un estilo fresco y divertido poco frecuente en estos tiempos.
Un espectáculo proyectado para entretener y que por momentos lo consigue…

Buenos Aires, mayo de 2008.
Carlos Szwarcer © 2008.