jueves, 11 de diciembre de 2008

Llega, Llego Soledad - Alejandro Sanz (Canto a la ciudad)

Entre los cientos de innumerables canciones dedicadas a Buenos Aires, elegimos un ramillete de sus letras. Nos aproximaremos a los sentimientos generados en distintas épocas. ¡Qué se expresen sus autores!: los que nacieron en ella, los que la eligieron para vivir o sus visitantes. Cada uno nos contará su historia, su relación personal con esta gran ciudad.
Carlos Szwarcer

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LLEGA, LLEGO SOLEDAD
Alejandro Sanz


Tiene buenos aires un rincón
en un jardín prohibido,
un tal piazzola, amigo de un gorrión
que le presta el nido para ver de plata amanecer
de oro atardecer, de madrugada
una mirada de mujer.

Tiene buenos aires qué se yo...
y un poema escrito
un verso que recuerdo de un adíos
y que le dedico
a ese personaje que cantó
hay tanto tango herido...¡va por gardel!

Quema, quema, tu nombre quema mi voz
buenos aires me dolió
pienso tanto en ti
en mis recuerdos suavecitos.

Pero se irá, pero se irá, pero se irá
aquella sensación,
llega, llego soledad
déjame soñar
con tu amargo de a sorbitos,
que hoy tengo porteño el corazón.

Quiero el buenos aires que voló
de un espejo frío
de un albor gesticulando amor
dando vida a un libro
de corrientes nada en el calor,
y en callejones frío tiene buenos aires
un cariño que era mío.

Tiene buenos aires qué se yo...
y un poema escrito
un verso que recuerdo de un adiós
y que le dedico
a ese personaje que cantó
tanto tango herido...

Quema, quema tu nombre, quema mi voz
buenos aires me dolió
yo te llevo aquí
en mis recuerdos suavecitos...

Pero se irá, ya lo verás, se irá
aquella sensación
llega, llego soledad
déjame soñar con tu amargo de a sorbitos.

Déjame soñar, déjame soñar con
con tu amargo de poquitos
quema, quema tu nombre quema mi voz.
buenos aires me dolió
pienso tanto en ti
en mis recuerdos suavecitos.

Pero se irá, pero se irá, aquella sensación
llega, llego soledad
déjame soñar
con tu amargo de a sorbitos
y porteño el corazón.

A tu vera, a tu vera
ya se que estoy plantao, plantao, plantao.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Charlando con Alejandro Michelena (1º parte)

 Por Carlos Szwarcer  

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Carlos Szwarcer y Alejandro Michelena (der) 

Una extensa entrevista al escritor e investigador Alejandro Michelena nos permitió discurrir sobre variados temas. El lugar elegido para nuestro encuentro fue la coqueta Sala Eladia Blázquez del histórico Café Tortoni. Comenzamos conversando sobre diversidad cultural, inmigración y de los cambios sucedidos en las dos orillas.
CS - ¿El tiempo ha pasado y con él las transformaciones?
AM - La vida de la ciudad cambió tanto que se ha difuminado muchas tradiciones. Muchos arraigos comunitarios y barriales incluso… Los cambios muy bruscos de la sociedad y el crecimiento de la población, las famosas modernizaciones de todo tipo, de todo calibre, creo que por un lado pueden haber traído progreso pero por otro también han perturbado, han llevado a una pérdida de los parámetros de dónde estamos parados no?
- ¿Cómo ves la defensa de la identidad en una ciudad como Montevideo. Qué similitudes y diferencias observás con Buenos Aires.
- Yo creo que hay procesos similares. Creo que vivimos procesos históricos parecidos. En el Río de la Plata hay una identidad histórica, desde siempre, que viene desde el origen, de la época colonial, y también diferencias, que también vienen de aquellos tiempos, con la polémica de puertos, y todas las diferencias que fueron marcando las identidades propias. Pero las dos ciudades son muy afines, con historias muy parecidas. En Argentina la generación del 80 del siglo XIX fue modernizadora en el sentido ideológico (mal o bien según como lo veamos) pero creó un cambio. Algo parecido en menor escala pasó también en Uruguay; los racionalistas, la gente del Ateneo, un poco equivalente a la generación del 80, que en ambos márgenes del Plata fue una generación que modernizó el país de acuerdo a los parámetros de la época, lo abrió también a la inmigración. Siempre hemos tenido procesos equivalentes, con diferencias, porque la vida política y social de la Argentina no fue exactamente como la uruguaya.
- En cuanto a las diferencias podrías puntualizar tres o cuatro aspectos que sobresalgan desde lo político, social o institucional.
- Otro proceso similar además de la generación del ochenta, puede ser el Batllismo, el proceso de la renovación del viejo partido colorado en Uruguay, transformado en partido Batllista por Jorge Batlle Ordóñez es un proceso equivalente de democratización del país, de ascenso de las clases medias, de “creación” de las clases medias, en realidad, que acá tuvo su equivalente en el radicalismo de Yrigoyen.
- ¿Se puede hablar de la llegada de la clase media al poder?
- Por lo menos a una capacidad cívica y al ascenso social y cultural que antes no se había dado. Un fenómeno que implica a los café, por ejemplo, el intelectual de café que surgió en el 900 en ambos márgenes del Plata fue un fenómeno que no se podía haber dado en la generación del 80, porque los intelectuales esos eran patricios, o militares, como Mitre, o eran doctores. Cumplían varios roles a la vez, el de político, el de doctor, el de escritor, pedagogo. Cosa que en época de Yrigoyen en Argentina y Batlle en el Uruguay generó un ascenso educacional. Antes había estado Sarmiento acá y allá José Pedro Varela, también otro fenómeno parecido: la alfabetización.
¿Esto se manifestó en distintos espacios y actividades verdad?
- Como te decía, la posibilidad de la llegada a la educación secundaria generó ese fenómeno que llamaron “el intelectual de café” como producto de ese cambio que tuvieron las ciudades. El café como foro improvisado o no institucional, lo que antes se discutía se hablaba o discutía en una generación anterior en los Ateneos o Clubes pasaron a ser en los cafés, y aquellos intelectuales que antes eran doctores o políticos pasaron a ser artistas, socialistas, poetas, y apareció el literato puro.
- Claro que en el siglo XIX hubiese sido impensado, aún en épocas revolucionarias: el Café de Marcos era para una burguesía…con el tiempo cambiarían su fisonomía como lugar de encuentro, con otras características
- Claro antes era para una elite. Luego proliferaron. No es casual que cafés como el Tortoni, donde estamos, quedaran establecidos y se multiplicaran en el 90, porque había un sector social que empezó a frecuentarlos y necesitaba esos lugares, porque de pronto no tenían otros para concurrir. ¿La famosa bohemia que la heredamos de una generación anterior, europea no?
Del simbolismo, del impresionismo lo que se había vivido en París veinte años antes se vivió acá en el 900, en los primeros tramos del siglo XX. También son similitudes, procesos coincidentes que se dieron en paralelo.
- Hablemos de diferencias…
- Hubo otros procesos diferentes. La dimensión, cuando se fueron formando los países el Uruguay pasó a ser un país pequeño. La diferencia de magnitud geográfica genera diferencias también en la dinámica de los países. Las características que asume un país pequeño, su política, por ejemplo, y en sus particularidades sociales o colectivas son distintas al de un país grande. Esa situación geográfica, tal vez, marcó también algunas diferencias.
- Crees realmente que esto es así. Lo que comentás es muy marcado por el uruguayo: la territorialidad, el ser un país chico. Tenemos ejemplos históricos de países chicos que llegaron a ser potencias. ¿Porqué el uruguayo en ese sentido se define por el territorio o la cantidad de habitantes? Dicen: somos un país chico. Parece casi un cliché.
- Yo creo que realmente hacés muy bien en el hincapié de ese detalle. Pero creo que es, como tu bien dices, la pequeñez del territorio no es motivo para enfatizar las diferencias por el lado geográfico, pero creo también que eso nos viene a los uruguayos por el hecho de ser un país pequeño de extensión al lado de dos gigantes.
-¿Te referís a esta cuestión histórica que ve al Uruguay como un estado tapón entre Brasil y la Argentina?
- Y ahí vamos a una peculiaridad del uruguayo que por lo menos ha sido, y sigue siendo, constante: hace a la identidad del uruguayo la duda sobre su identidad. Ha habido historiadores que lo han marcado. La cuestión de la identidad ha sido siempre algo a plantearse, algo reiterado a través de las generaciones. Yo creo que en la Argentina el sentido de nacionalidad está más arraigado, o mismo en Brasil. Por lo que tú decías, desde la “Banda Oriental” y por ese surgimiento un poco paradójico. Si bien desde todo punto de vista, histórico, antropológico se tiene una identidad, sino no se hubiera podido mantener, son los propios pensadores e historiadores uruguayos que sostienen que el Uruguay fue creado por el Imperio Inglés. El propio origen institucional del país está en cuestión todavía hoy. Se plantea la fecha patria del 25 de agosto, la Asamblea de la Florida. En la escuela nos enseñaron que fue el surgimiento del país. Veníamos de liberarnos del yugo del Brasil, durante 15 años fuimos provincia Cisplatina. Se firma la Independencia pero también allí se firmó la reincorporación a las Provincias Unidas. Entonces no se puede hablar de Independencia. Después como fecha esta 1828 con la firma de los tratados del Imperio de Brasil y las Provincias Unidas. El Imperio Inglés fue el que avaló esos tratados. Esa fecha sería más real. De ahí viene la hipótesis de algunos historiadores de que Uruguay fue creado por Lord Ponsoby. Y después está la fecha del año 30 cuando se juró la Constitución. También se toma como un comienzo institucional, pero todavía hoy a nivel histórico y a nivel político en la legislatura anterior se planteó el tema de las fechas.
- Según el lugar desde donde se mire hay diferentes enfoques.
- Todo esto para graficarte como en el Uruguay está vivo la problemática de la identidad hasta de cuándo surgió el país. Pero es síntoma de otra cosa, no de cierta inseguridad de lo qué somos pero cierto cuestionamiento de la propia identidad. Es paradójico porqué los uruguayos se van del país, por ejemplo, en Suecia, en Australia, mantienen muy firme las costumbres, hay una nostalgia por el país pero no hay una sentido de nacionalidad muy fuerte. Yo creo que por ahí viene un sentimiento de no firmeza. Tal vez por eso también una característica, no de todo el Uruguay, pero sí de la sociedad montevideana, que abarca la mayor parte del país, su historia colabora también a ese desarraigo. Es una ciudad fundada como fuerte, por Zabala, Gobernador de Buenos Aires, para frenar a los portugueses. Ciudad creada como fuerte, como puerto, por voluntad comercial de los habitantes, era más negocio ser puerto que ser fuerte.
- Se observa que las estrategias, la creación del virreinato del Río de la Plata, son cuestiones que marcan, que signan la historia de un lugar.
- Y… el puerto signó a Montevideo, que estuvo muchos años aislada del país. En la época del artiguismo Montevideo era anti-Artigas y último reducto godo en la región. Ya después de la revolución de Mayo….
- En ese sentido se puede ver también cierta similitud con el centralismo porteño y la relación con las provincias.
- Si, ahí hay otro parecido, hay otro paralelo. Siguiendo con las peculiaridades. Ese desarraigo montevideano como que generó una especie de cosmopolitismo histórico que yo creo que a través de los años siguió influyendo en la manera de pensar, en la perspectiva hasta avanzado el siglo XX. En la Guerra Grande - ese episodio de nueve años de aislamiento respecto al territorio - había un desarraigo, la ciudad como una especie de isla más vinculada a Europa y al mundo, a través del puerto, que al territorio que estaba en manos del enemigo. Una ciudad, además, donde durante años hubo un encuentro cosmopolita de Garibaldi, la legión italiana, la legión francesa, los unitarios, Sarmiento, Mitre, Mármol.
- Un lugar de exilio para muchos…
- Insisto en que ese desarraigo de esa colectividad, si bien terminó, marcó cierto cosmopolitismo de Montevideo que ahora se ha difuminado un poco. Hasta la mitad del siglo XX había una diferencia marcada entre los argentinos y los uruguayos sobre todo en la parte urbana. Como que Montevideo era más cosmopolita
¿Más que Buenos Aires?
- O miraba más afuera, más que Buenos Aires. Por las razonas enumeradas. Son ciertos episodios traumáticos que marcan mucho a las colectividades. En Buenos Aires había algo más de nacionalismo que allá faltaba por lo menos a nivel de la vida urbana…
Continuará...

* Fragmento de la entrevista realizada por Carlos Szwarcer a Alejandro Michelena en el Café Tortoni el 2 de diciembre de 2008. 

martes, 2 de diciembre de 2008

Los locos de Buenos Aires - Alejandro Del Prado (Canto a la ciudad)

Entre los cientos de innumerables canciones dedicadas a Buenos Aires, elegimos un ramillete de sus letras. Nos aproximaremos a los sentimientos generados en distintas épocas. ¡Qué se expresen sus autores!: los que nacieron en ella, los que la eligieron para vivir o sus visitantes. Cada uno nos contará su historia, su relación personal con esta gran ciudad.
Carlos Szwarcer
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LOS LOCOS DE BUENOS AIRES
Alejandro Del Prado.


Uno esta solo y espera,
otro cree a su manera,
otro ciego en su locura,
y otro que no vive dura...
la ciudad los ama y que?

Uno quedo en el ´40
otro no, ya esta de vuelta,
otro que se las sabe todas,
y otro reza a toda hora...
la ciudad los ama y que?

Los locos de buenos aires
latiendo por todas partes
llenando de sol la noche
con su fuerza con su arte.

Andan sueltos por la vida
con su fe, su fantasia,
cuidado con esa gente,
no se sabe que pretende...

Uno enseña medicina en el tren
otro pasa saludando a quien
otro serio, amenazante,
y otro tranquilo y errante,
la ciudad los ama y que?

Uno con su obra de teatro,
otro con su flauta y su gato,
otro poeta y periodista,
y otro actor y oficinista...
la ciudad los ama y que?

lunes, 1 de diciembre de 2008

“Viejo café Tortoni – Historia de las Horas”, Alejandro Michelena. Corregidor. Buenos Aires. 2008.

Comentarios de Libros y Publicaciones

Por Carlos Szwarcer 

Las puertas del CaféTortoni se abren nuevamente para dar a conocer sus añejas y cautivantes historias. El café en pie más antiguo de la ciudad de Buenos Aires, esta vez, es hurgado meticulosamente por Alejandro Michelena, guiando al lector por los senderos del tiempo, por espacios mágicos, con la seriedad y perseverancia del investigador y la pasión del incondicional habitué. Autor de la reciente publicación “Viejo café Tortoni. Historia de las horas”, de Editorial Corregidor, antes que el lector se introduzca en sus 110 páginas, advierte, desde la tapa, que se trata -nada menos- de “un siglo y medio en el latir cultural de Buenos Aires”.

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Michelena ha logrado una excelente síntesis del devenir del famoso café. Con gran oficio rescata las grandes figuras que por allí pasaron. Largas estadías en Buenos Aires le permitieron acceder a bibliotecas y archivos y a la documentación necesaria para describir los ciento cincuenta años de existencia del Tortoni. Luego del prólogo de Alejandro Dolina, el autor refleja los tiempos de los orígenes, los años de la célebre Peña, inaugurada en 1926, en su Bodega, la mutación del “cosmopolitismo a lo telúrico”, la presencia imprescindible del tango y el paso de las personalidades nacionales y extranjeras hasta la actualidad. Por otra parte, además de los detalles que nos acercan a la pléyade de nombres de la talla de Carlos Gardel, García Lorca, Pirandello y a la generación de artistas, literatos y políticos que transitaron el histórico lugar, ha sabido enfocar aspectos poco conocidos, curiosos, y otros prácticamente ignorados.





Alejandro Michelena 

Periodista, fundador de revistas, cronista incansable, poeta y narrador, este talentoso uruguayo que se ha comprometido con su tiempo y lugar, ha escrito sobre los rincones paradigmáticos que conforman la historia urbana de su Montevideo natal, revelándose como gran conocedor de los secretos ritmos, de las acompasadas horas, de los recovecos, muchas veces imperceptibles, donde nacen las pequeñas grandes historias. Ruedas literarias, discusiones políticas, soledades acompañadas, no le son ajenas. Ha sido cronista de los cafés montevideanos, entre ellos el “Sorocabana”.
Llegó por primera vez a Buenos Aires en 1970 y en 1974 regresó para quedarse un par de años. Por entonces, literalmente, se enamoró del Tortoni, en el que, como habitué -al igual que le pasara con el “Sorocabana”-, encontró “refugio” en sus “rincones” y disfrutó de “un tiempo” mágico de salón, ontológicamente incomparable al que transcurre en las populosas y trajinadas calles. En ese disfrutar aprendió a quererlo, se interiorizó de sus personajes y de los movimientos culturales que surgieron en los comienzos de los sesenta, de los que poco o nada había trascendido. El libro nos atrapa gratamente dando a luz estos pormenores que, por suerte, nos recuerdan que siempre hay algo más para conocer si hay alguien que se esfuerza con entusiasmo para investigar y divulgar.
Aquellas primeras pesquisas llevaron a Michelena a enterarse de la existencia de “El Escarabajo de Oro”, revista que congregaba a jóvenes escritores que comenzaron a reunirse en el café de Avenida de Mayo, todos los viernes, desde 1962. La información estimuló en estos últimos años la búsqueda de testimonios que evocan aquellos días en los que el grupo liderado por los narradores Abelardo Castillo y Liliana Hecker era frecuentado por Isidoro Blaistein, Ricardo Piglia, Humberto Constantini, entre otros. Las anécdotas pintorescas de las tertulias de estos “cofrades de café”, en definitiva, escritores reconocidos, manifiestan las características de las personalidades de sus integrantes que son todo un hallazgo.
Al recuerdo de la probable participación del dúo Gardel-Razzano (1922) ante el escritor español Jacinto Benavente y la remembranza de la segura actuación del Morocho del Abasto en ocasión de brindársele un homenaje al famoso dramaturgo siciliano Luigi Pirandello, se agrega una nueva y seductora hipótesis en relación a Gardel: habría tenido reservada una mesa fija en el Tortoni. Nuevos testimonios darían crédito a esta posibilidad histórica, que es “otra perlita” dentro de un texto escrito con el rigor del estudioso y el amor de alguien que ha pasado tiempos de parroquiano. Sólo así se puede interpretar y transmitir el significado de la “historia de las horas” de un lugar que es hito histórico de la ciudad de Buenos Aires y de interés cultural mundial. Un libro que entretiene e ilumina.

Buenos Aires. Diciembre 1 de 2008.
Carlos Szwarcer © 2008.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Volver - Carlos Gardel (Canto a la Ciudad)

Entre los cientos de innumerables canciones dedicadas a Buenos Aires, elegimos un ramillete de sus letras. Nos aproximaremos a los sentimientos generados en distintas épocas. ¡Qué se expresen sus autores!: los que nacieron en ella, los que la eligieron para vivir o sus visitantes. Cada uno nos contará su historia, su relación personal con esta gran ciudad.
Carlos Szwarcer

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VOLVER
Carlos Gardel - Alfredo Le Pera



Yo adivino el parpadeo
De las luces que a lo lejos
Van marcando mi retorno...
Son las mismas que alumbraron
Con sus palidos reflejos
Hondas horas de dolor..

Y aunque no quise el regreso,
Siempre se vuelve al primer amor..
La vieja calle donde el eco dijo
Tuya es su vida, tuyo es su querer,
Bajo el burlon mirar de las estrellas
Que con indiferencia hoy me ven volver...

Volver... con la frente marchita,
Las nieves del tiempo platearon mi sien...
Sentir... que es un soplo la vida,
Que veinte años no es nada,
Que febril la mirada, errante en las sombras,
Te busca y te nombra.
Vivir... con el alma aferrada
A un dulce recuerdo
Que lloro otra vez...

Tengo miedo del encuentro
Con el pasado que vuelve
A enfrentarse con mi vida...
Tengo miedo de las noches
Que pobladas de recuerdos
Encadenan mi soñar...

Pero el viajero que huye
Tarde o temprano detiene su andar...
Y aunque el olvido, que todo destruye,
Haya matado mi vieja ilusion,
Guardo escondida una esperanza humilde
Que es toda la fortuna de mi corazón.

Volver... con la frente marchita,
Las nieves del tiempo platearon mi sien...
Sentir... que es un soplo la vida,
Que veinte años no es nada,
Que febril la mirada, errante en las sombras,
Te busca y te nombra.
Vivir... con el alma aferrada
A un dulce recuerdo
Que lloro otra vez...

viernes, 28 de noviembre de 2008

Félix Luna: Historiador Porteño 2008



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Félix Luna. "Historiador Porteño 2008." 
De mirada atenta y espíritu sosegado, con sus 83 años bien llevados, Félix Luna fue distinguido, en el recinto de La Manzana de las Luces, como “Historiador Porteño 2008”. El galardón le fue concedido por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, a través de un proyecto iniciado por la diputada Inés Urdapilleta (FpV) que valora al autor de “El 45” y “Soy Roca” por su trayectoria personal en la historiografía y el “aporte que en más de 40 años ha realizado la Revista ´Todo es Historia´ al conocimiento de Buenos Aires".
El premio, creado en 1996 por Ordenanza N° 51.088 en homenaje al historiador Enrique Puccia, se entregó ante la presencia de las autoridades de las Juntas Históricas Barriales de la Ciudad de Buenos Aires, cuya entidad Central festejó sus cuarenta años de existencia. La legisladora, que señaló su diferente filiación política al laureado, quiso remarcar también que Félix Luna era reconocido por todo el arco político como “un gran historiador”.
 
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Manzana de las Luces. Entrega del premio.
 Habla la Lic. Liliana Barela

La Directora General de Patrimonio e Instituto Histórico, Lic. Liliana Barela, expresó, visiblemente emocionada: “Cuando uno está ante un gran maestro le parece que todo lo que va a decir es tan poco…”. Recordó, cuando años atrás, Luna se acercó al Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires como Secretario de Cultura de la Municipalidad (1986-1989) y le dijo: “Sé que estás trabajando en los barrios… quiero hacer algo grande en ellos”. Barela finalizó destacando: “la fuerza y ese respeto demuestran su calidad de persona”.  

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La Lic. Leticia Maronese (izq) junto a Felicitas Luna, hija del homenajeado. 

Félix Luna, con ancestros de raigambre en el interior (La Rioja), y de importante tradición política familiar (su abuelo fundó la Unión Cívica Radical riojana y su tío, Pelagio Luna, ocupó la vicepresidencia de la Nación), en sus breves palabras de agradecimiento juzgó necesario aclarar que, a pesar de haber nacido en Buenos Aires, su labor trascendió la historia de la ciudad: “yo no soy un historiador porteño, me considero un historiador argentino”, no obstante, enfatizó: “esta distinción me llena de orgullo (…) trataré ´de pagarlo´ con algún trabajo dedicado a Buenos Aires, tema que ha sido muy trabajado, pero siempre quedan agujeros negros para cubrir. Aspiro a ello, si las fuerzas me dan…”

Carlos Szwarcer © 2008
Buenos Aires, 28 de noviembre de 2008.
 




viernes, 7 de noviembre de 2008

El Canto a la Ciudad

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Entre los cientos de innumerables canciones dedicadas a Buenos Aires, elegimos un ramillete de sus letras. Nos aproximaremos a los sentimientos generados en distintas épocas. ¡Qué se expresen sus autores!: los que nacieron en ella, los que la eligieron para vivir o sus visitantes. Cada uno nos contará su historia, su relación personal con esta gran ciudad.
Carlos Szwarcer

MI BUENOS AIRES QUERIDO
Carlos Gardel - Alfredo Le Pera


Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a ver,
no habrá más penas ni olvido.

El farolito de la calle en que nací
fue el centinela de mis promesas de amor,
bajo su inquieta lucecita yo la vi
a mi pebeta luminosa como un sol.

Hoy que la suerte quiere que te vuelva a ver,
ciudad porteña de mi único querer,
oigo la queja de un bandoneón,
dentro del pecho pide rienda el corazón.

Mi Buenos Aires, tierra florida
donde mi vida terminaré.

Bajo tu amparo no hay desengaño
vuelan los años, se olvida el dolor.

En caravana los recuerdos pasan
como una estela dulce de emoción,
quiero que sepas que al evocarte
se van las penas del corazón.

Las ventanitas de mis calles de Arrabal,
donde sonríe una muchachita en flor;
quiero de nuevo yo volver a contemplar
aquellos ojos que acarician al mirar.

En la cortada más maleva una canción,
dice su ruego de coraje y de pasión;
una promesa y un suspirar
borró una lágrima de pena aquel cantar.

Mi Buenos Aires querido....
cuando yo te vuelva a ver...
no habrá más penas ni olvido...

domingo, 2 de noviembre de 2008

Kobi Zarko se presentó en Buenos Aires

Por Carlos Szwarcer


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Kobi Zarko. Foto: CS

El artista israelí Kobi Zarko, hijo de padres de Turquía y Salónica, se presentó el 1 de noviembre en la sede del Centro de Investigación y Difusión de la Cultura Sefaradí (Cidicsef) en la ciudad de Buenos Aires. La “nochada” se inició con la gracia y el humor de una disparatada galería de personajes surgidos de relatos y cuentos judíos interpretados, con oficio, por Ruth Vilchansky.
En la segunda parte del espectáculo, Kobi Zarko, de interesante y armoniosa voz, hizo disfrutar temas tradicionales sefaradíes, revelando una gran simpatía y dominio de la escena en gestos de complicidad con el público, sobre todo, en varias canciones picarescas. La nostalgia estuvo presente también en los antiguos “kantes” y en aquellas canciones que el israelí escuchó de sus abuelas, (Kaden Luiza Alvayero, de Silivri -Turquía- y Ester Benyakar, de Salónica) y de su madre Aneta, sabiéndolas hacer llegar al auditorio con notable sentimiento.
En el primer viaje a la Argentina, el ascendente intérprete internacional, considerado “representante de la nueva generación de cantantes del folclore judeoespañol, comprometido con la conservación y resurgimiento de esta tradición”, se mostró interesado en el dinamismo sefaradí en la Argentina y sorprendido por la reciente Jornada “Buenos Aires Sefaradí” organizada por el Ministerio de Cultura del la Ciudad de Buenos Aires.
Cuando le preguntamos cómo ve la cultura sefaradí en Israel y en esta parte del mundo, nos comentó: “Es la primera vez que vengo. El pueblo se ve maravilloso y estoy viendo y escuchando que se están haciendo muchas actividades por el ‘ladino’, por el sefaradí. Hay aquí gente que apoya. En mi opinión esta lingua (lengua) nunca se va a ver “pedrida” (perdida) en Israel y tampoco en Argentina”. Al manifestarle nuestro temor de que la cultura sefaradí se vaya diluyendo, fue optimista. “Está reviviendo”, nos respondió enfáticamente y con una amplia sonrisa.
Finalizada la “nochada” partimos, deseando fervientemente que las palabras de Kobi Zarko se correspondan con una lectura correcta de la realidad en la que las identidades se encuentran ante el desafío de sobrevivir en el contexto multicultural de un mundo globalizado.

Buenos Aires, 2 de noviembre de 2008.
Carlos Szwarcer © 2008

miércoles, 15 de octubre de 2008

Jornadas "Buenos Aires Italiana"

 
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JORNADAS: BUENOS AIRES ITALIANA
8, 9 Y 10 DE OCTUBRE DE 2008
MANZANA DE LAS LUCES (PERÚ 272, CIUDAD DE BUENOS AIRES)
Organizadores:
* Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
* Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Estas jornadas proponen profundizar la mirada sobre los procesos de migración en tanto fenómenos universales e históricos.
En todos los tiempos y lugares se han producido movimientos de personas y grupos en torno de ciertas necesidades. Dichos procesos han tenido y aún tienen un rol central en la construcción de sociedades, culturas y ciudadanías. En la actualidad, con los procesos de globalización agudizada, los flujos de personas, grupos y bienes se han intensificado, reorientando los movimientos –ya no solo de ámbitos rurales a urbanos, sino sobre todo de ciudades a ciudades-, fortaleciendo situaciones, en ocasiones conflictivas, de diversidad e interculturalidad.
La migración italiana a Buenos Aires puede rastrearse en diferentes etapas de conformación de la ciudad-capital: entre fines de siglo XIX, principios del XX y sobre mediados del mismo siglo e inclusive desde la época colonial. De los grupos migratorios que han llegado a la Argentina, específicamente a esta ciudad, ha sido de los que mayores rastros han dejado en la construcción de la sociedad y cultura local.
El movimiento inverso, desde Buenos Aires hacia Italia, también ha tendido lazos en la península y aún hoy tienen importancia vía el mecanismo migratorio o de “doble ciudadanía” de descendientes de aquella inmigración del siglo pasado y que hoy encuentran validez en posibles “nuevas ciudadanías” que permiten traspasar fronteras y encontrar nuevas pertenencias e identidades al convertirse la ciudadanía italiana es un recurso de gestión de ciudadanía europea.
Es objetivo de estas jornadas propiciar un espacio de debate y reflexión sobre los aportes de la inmigración italiana a la cultura, la diversidad y el patrimonio cultural de la ciudad de Buenos Aires, así como a las problemáticas actuales de la incidencia de lo italiano desde esta ciudad hacia la Europa actual.
Para la presente convocatoria, sugerimos las siguientes temáticas no exhaustivas:
La inmigración y emigración Italiana en Argentina a lo largo del tiempo. Periodizaciones y caracterizaciones. Procedencias y pertenencias geográficas, sociales y culturales de los italianos. Localizaciones geográficas en nuestro país y nuestra ciudad.
El aporte italiano al patrimonio cultural argentino: el habla de los argentinos y, especialmente, la de su región metropolitana. Su contribución a la culinaria, a las devociones religiosas, a las expresiones festivas.
La influencia italiana en las artes: las distintas expresiones teatrales, la música, la literatura, la arquitectura.
El mundo del trabajo y el sindicalismo. Organizaciones de las colectividades. Mutualismo, hospitales, organismos culturales y educativos. La preservación de la lengua y cultura italiana en nuestro país.
La vivienda. Del hotel de inmigrantes al conventillo y a la casa propia.
Procesos de discriminación y la construcción de estereotipos a lo largo del tiempo.
Trabajos de la memoria, archivos de la diáspora, archivos históricos y archivos del presente. Memorias de la pérdida, memorias de origen, memorias reinventadas e inventadas.
Una ida y vuelta: la doble nacionalidad, imaginarios y realidades. Lo ítalo-argentino como puerta de entrada a la Unión Europea. Ciudadanías y ciudadanización.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Jornadas Buenos Aires Italiana

-Algunas reflexiones sobre la identidad porteña-

Por Carlos Szwarcer


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Durante los días 8, 9 y 10 de Octubre, en la sede de la Manzana de las Luces, ubicada en Perú 272, se desarrollan las Jornadas “Buenos Aires Italiana”, organizadas por la Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico y la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural del Ministerio de Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Con la propuesta de “profundizar la mirada sobre los procesos de migración en tanto fenómenos universales e históricos” se generaron, a partir de la apertura misma del evento, profundas reflexiones sobre la idiosincrasia porteña.
La Directora General de Patrimonio, Lic. Liliana Barela, y la Secretaria de la Comisión de Preservación, Lic. Leticia Maronese, nos recibieron durante el receso del mediodía de la primera jornada.
Debajo de una de las arcadas centenarias que rodean el recinto de la antigua Sala de Representantes, Liliana Barela se expresó sobre el movimiento cultural en la ciudad: “Buenos Aires se ha vuelto una plaza muy exigente en el sentido de que hay tanto para ver y la gente no tiene mucho tiempo. Aseguramos, además, que estas Jornadas se van a editar. Va a quedar, como va a pasar con la sefaradí, como pasó con la gallega, idish, y demás, el testimonio escrito”.
 

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Alicia Bernasconi y Liliana Barela


 









P- Es todo un desafío mostrar la diversidad cultural a través de cada inmigración. ¿Cuál es el proyecto a mediano y largo plazo?
R- La idea es que en el 2010, para el bicentenario, podamos hacer la Buenos Aires de la diversidad de las comunidades en este clima de respeto y de conocimiento por el otro que es la mejor manera que tenemos de vivir esta ciudad. Me parece que es una ciudad con puntos y enclaves pero no con guetos. Disfrutemos de eso.
P- La convivencia es una característica para remarcar. ¿Qué experiencia recordás al respecto?
R- Siempre comento lo hermoso que me resultó el día que fui a ver la ceremonia de San Expedito, que se da en el barrio de Once y al lado había ortodoxos judíos celebrando una festividad al mismo tiempo. Yo decía esta es la ciudad que amamos, de la diversidad que nos hace libres y diferentes.


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Leticia Maronese


 










Leticia Maronese, refiriéndose a la impronta de la inmigración italiana, describió: “Los que han hablado han comentado la gran importancia de lo italiano pero su característica de ´inasible´, es como que está en todos lados y no está muy específicamente... No como los rasgos culturales de otras migraciones que se los pueden encontrar en forma específica y muy visualizable. La italiana está tan incorporada que, a veces, no se puede deslindar. No se puede discernir, por ejemplo, la comida, se confunde. Se habla de la ´milanesa napolitana´ que no existe en Nápoles, es argentina… argentina.
Me llamaron la atención- agregó con sorpresa - los estudios realizados en CEMLA (Centro de Estudios de Migratorios Latinoamericanos): mucha gente que en el 2002 fue allí a averiguar sobre sus parientes inmigrantes se pensaba que era para obtener la ciudadanía, la búsqueda del pasaporte. Y no. La mitad de las personas iba para saber sus orígenes, sus ancestros. Y me parece que tiene que ver con esto que es muy fuerte: buscar la identidad".
Pero para la Secretaria de la Comisión esta problemática, además, es parte de algunas preguntas propias, sobre temas familiares potenciados a partir de estos encuentros que movilizan: “Mi papá, Maronese, era del Véneto. Yo no me canso de arrepentirme de no haberle preguntado cosas a mi papá que murió hace 20 años. Si pudiera preguntarle hoy, le preguntaría porqué no se nacionalizó. Pertenezco a una generación que la política tuvo mucha importancia y me molestaba muchísimo que mis padres no votaran. Me quedó eso por preguntarles...”
P- En algún punto entran a jugar los conceptos de inmigración, nacionalidad, estado. ¿Qué contradicciones se pueden observar?
R- Yo creo que hay una falla, no de ´nacionalismo´ sino en la construcción de una nación. Que nos fue más fácil construir un estado. Incluso el estado hace agua por los cuatro costados y, a veces, me pregunto porqué los argentinos –y ésa sí es característica nuestra- no respetan las leyes. El estado no existe. Una vez leí a un constitucionalista catamarqueño que decía que eso era el producto del gran componente inmigratorio de la Argentina y que los colectivos sociales habían respondido más a su colectividad que al estado. Y a lo mejor esto tiene influencia. Esto es muy real, es para estudiarlo… Cuántas preguntas a los abuelos. Y mis dos hijos que son porteños, que se llaman Waisman, tienen una abuela italiana, una abuela gallega, un abuelo judeo-alemán y la abuela judía rusa.
En este sentido cuando indagamos cómo se articula el concepto de nación con el de la convivencia de diferentes identidades, y las diferencias con EEUU y Europa Liliana Barela afirmó: “Bueno, esas son construcciones nacionales diferentes a la que tuvimos nosotros. En los Estados Unidos tienen minorías que ya son mayorías en su propio territorio. Lo mismo pasa con los franceses, que quién discute la nacionalidad francesa, pero si siguen sin tener hijos van a ser todos marroquíes… ¿O sea de qué vamos a estar hablando en 20 ó 30 años?”
Maronese agregó: “Yo creo que los argentinos no eran afectos a sacar la ciudadanía pero no sé, tendría que investigarlo. La falta de apego a las leyes, a las normas, un estado que se ha desflecado, que no existe, que se ha desfondado. Yo creo que hay un debilitamiento del estado-nación que es general, que a los argentinos algo nos pasa con eso. A lo mejor tiene que ver con estas solidaridades a la propia colectividad y no a algo superior. Es un tema que me desvela y que me gustaría estudiarlo. La verdad que tengo un montón de preguntas. Estamos en una época de tanta crisis que uno tiene más preguntas que certezas”.
P- Qué interesante para los que estamos en Historia Oral como para abordar estas temáticas...
R: Muy interesante -respondió Barela-, estamos trabajando para el 25 de mayo del 2010, para el bicentenario. Estamos haciendo registros de cómo se celebraba el 25 de mayo en diferentes momentos de la historia.
Había concluido la primera mesa y nos acercamos a la expositora Alicia Bernasconi, secretaria general del CEMLA, quien para responder sobre la inmigración italiana, la nacionalidad y las preguntas que surgieron en el recinto sobre el voto o la ciudadanía, señaló: “Un amigo mío, el historiador José Moya, decía que los argentinos se preocupan demasiado por el tema de la identidad y que no tienen identidad y él dice: ´nosotros los vemos de lejos y decimos allá viene un argentino´. La identidad argentina tiene esa peculiaridad de cierto cosmopolitismo, que a mi juicio es lo más beneficioso que le ha pasado si uno mira el resultado de lo que ha sido esta sociedad como integración de flujos provenientes de distintos lados. No completa, porque hoy estamos rechazando, hoy no hay esa actitud integradora con respecto a los migrantes latinoamericanos que recibimos. Tampoco completa porque en su momento los europeos fueron muy discriminadores con el criollo también”.
P- Más allá de estos rasgos de complejidad propios de la diversidad, ¿cómo percibe el presente?
R- En el núcleo urbano, ya no es una opinión académica –aclara-, a mí me gusta esta sociedad argentina donde todo el mundo se mezcla, donde mis hijos pueden contar entre sus antepasados españoles, italianos, polacos, y ucranianos, entonces a mí me gusta esa sociedad, esta es una opinión de alguien que vive y que quiere vivir en un mundo así.

Buenos Aires, 8 de octubre de 2008.
Carlos Szwarcer © 2008. 

jueves, 2 de octubre de 2008

Muestra "CAFES LATINOS": Horacio Spinetto - Roberto De Luca

4 al 30 de Septiembre de 2008. Academia Nacional del Tango. Sala Francisco y Julio De Caro. Avendida de Mayo 833 1º piso. Buenos Aires. Argentina
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Numeroso público presente en la inauguración de la muestra "Cafés Latinos" en la Academia Nacional del Tango. Interesantísima exposición en la que se presentaron 19 pinturas de Horacio Spinetto y 20 fotografías de Roberto De Luca.
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Izq: Roberto De Luca. Leo Vinci presentando la muestra. A la derecha Horacio Spinetto
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Horacio Spinetto junto a Carlos Szwarcer delante de una de las 19 pinturas expuestas: "Café Izmir", de neta inspiración marechaliana.

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"Café Izmir". Pintura de Horacio Spinetto.
La obra se refiere al "Café y Bar Izmir", abierto en la década del 30´, símbolo de la diversidad cultural y la convivencia pacífica, y que fuera designado Café Notable de la Ciudad de Buenos Aires, cerró sus puertas en 2000 y fue demolido en 2004.

Ver artículo: "El Café Izmir"

martes, 30 de septiembre de 2008

Homenaje a Eladia Blázquez -un espacio propio-

Por Carlos Szwarcer 

Pasaron tres años desde aquel 31 de agosto de 2005 cuando su “corazón mirando al sur” se elevó a otra dimensión. Dueña de una manera distinta de sentir y expresar el tango, Eladia Blázquez, hija de inmigrantes españoles (su padre era de Salamanca y su madre de Granada), había nacido en la ciudad de Avellaneda. Se abrazó a la música de tan pequeña que con razón solía decir “nací artista”. Su carrera, iniciada a los 8 años, transitó diferentes estilos: los comienzos, en la canción española (por influencia familiar), luego la música melódica y el folcklore hasta que incursionó en el tango y la balada, vinculándose intensamente con Buenos Aires desde el territorio de la nostalgia, evocando los tiempos cotidianos y primordiales.
Autora de más de 300 temas, no fue una revolucionaria de la música pero sí representó una brisa renovadora en la canción ciudadana. Sus creaciones tienen un modo diferente de mirar y de describir a la gran urbe. Las letras y melodías discurren por senderos que no conformaron del todo a los viejos tangueros que la miraban de soslayo, aunque no le dieron totalmente la espalda. Ciertamente, fue más apreciada por las nuevas generaciones por su moderno abordaje de la melancolía tanguera, los aromas del barrio, los perfumes del recuerdo, las contradicciones de la mole de cemento, la ética en el proceder, así como los eternos amores o los grises desencantos. Su sello perdurará. Su obra queda viva en sus grabaciones y en la influencia que ha dejado. Son muchísimos intérpretes los que eligen sus canciones para cantarle a Buenos Aires y su gente.
Recientemente, en el tercer aniversario de su fallecimiento, el Gran Café Tortoni, le realizó un merecido homenaje al asignarle el nombre “Eladia Blázquez” a una de sus salas. La iniciativa fue de su dueño, Roberto Fanego, que comentó al respecto: “he tenido en cuenta las grandes condiciones artísticas y la calidez humana y que, como habitué del café, junto a Héctor Negro compusieron ese tango tan hermoso llamado ‘Viejo Tortoni’”. El espacio elegido fue el del sector con puerta de salida a la calle Rivadavia. Había sido salón de billares y antiguamente se lo llamaba “mixto”, porque a principio de siglo pasado “allí se permitía la presencia de ambos sexos en un época en la que no eran bien vista las mujeres solas”. Unos veinte años atrás se le colocaron mesas de pool cuando este juego estaba de moda.
Los oradores del acto fueron los poetas Mosquera Montaña y Héctor Negro. El primero señaló la importancia de este sitio, hito histórico por el que pasaron grandes personajes del país y el exterior. A su turno, Héctor Negro, realizó una semblanza de la artista y reveló detalles de los orígenes de la canción “Viejo Tortoni”: "Como enamorado de este lugar le quise rendir homenaje e intenté unos versos, y dije: estos van a ser para Eladia Bláquez. Se los alcancé y le encantaron. Pero me pidió que se los lleve a un compositor que fuera más tanguero que ella”. Héctor Negro recordó que tuvo que insistirle, quería para su letra una autora de tango que “le cantara al tiempo nuestro con el lenguaje de hoy y con la música de hoy”. Y la logró convencer.
A los 15 días Eladia tuvo la primera parte de la melodía pero “se quedó atascada”. El poeta la serenó y alentó: “yo no tengo apuro”. Finalmente, adecuaron la música y letra, la redondearon y cuando la artista tocó la canción con su piano ambos quedaron satisfechos.
“Viejo Tortoni” fue estrenado en la “Bodega” del Café por Osvaldo Arana en diciembre de 1979 y se difundió rápidamente. Susana Rinaldi pidió cantarlo, luego se realizó una bella grabación de Rubén Juárez con la orquesta de Raúl Garello y la propia Eladia lo incluyó en un compacto de sus canciones. Fueron las primeras versiones, después vinieron muchísimas más. Héctor Negro explicó que el éxito del tema probablemente se deba a que “tiene algo de atractivo, no sólo por lo que fue el Tortoni sino que fue el traerlo al presente, y hacia el futuro, cuando las generaciones vayan cambiando, cuando hayan otros poetas, otros músicos, otros cantores y vuelvan a reverdecer las viejas glorias de este café”.
En tanto recordaba a su amiga, el poeta confesó emocionado: “la última vez que nos vimos me dijo: ´Negro, tenemos que hacer otro tango´. Lamentablemente la muerte se interpuso entre nosotros y no permitió que así fuera. Yo ya tenía pensado algo para ella y lo sigo pensando. En algún momento nos encontraremos en algún rinconcito del cielo y vamos a hacer ese tango que le debemos a nuestro pueblo”.
La proyección de un video de Eladia Blázquez en el que se la ve caminando por la calles de Buenos Aires, dirigiéndose al Tortoni -en el que ahora tiene su espacio con nombre propio-, hablando de su vida, cantando sus populares canciones, trajeron al viejo café el recuerdo de una de las grandes creadoras del siglo XX.



Buenos Aires, septiembre de 2008.
Carlos Szwarcer © 2008
 

Fotos del evento
Ver Enlace

sábado, 27 de septiembre de 2008

Galería de fotos 06 - Sala Eladia Blázquez


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31 de agosto de 2008. Inauguración del Salón "Eladia Blázquez" en la antigua sala de pool del Café Tortoni.
A tres años del fallecimiento de la artista.
 
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Vitrina con elementos de la trayectoria artística
de Blázquez y de su paso por el Café.

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A la izq. Héctor Negro, autor de la letra "Viejo Tortoni" compuesto con música de Eladia Blázquez. A su lado el poeta Mosquera Montaña . Ambos fueron oradores del acto.

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Carlos Szwarcer y Héctor Negro en la nueva Sala "Eladia Blázquez".


miércoles, 10 de septiembre de 2008

Fundación de la Amistad Argentino Turca - Fotos de actividades 2007-2008

 
Entre las entidades que en estos últimos años se han comprometido con la labor de promover la convivencia dentro de la diversidad cultural se encuentra la Fudación de la Amistad Argentino Turca.

2007  
Imagen"El objetivo de la Fundación de la Amistad Argentino - Turca, es lograr un intercambio cultural, idiomático y educativo en la integración de la familia, revitalizar el diálogo, la capacidad de reflexionar, la cooperación y la ayuda mutua. Recuperar los valores éticos y morales y la sana convivencia, tan necesarios en la sociedad en la que vivimos actualmente.
Los pilares que dan continuidad a esta obra son el ejercicio de la tolerancia, el perdón, la compasión y el amor: los valores universales que trascienden todas las fronteras, razas y religiones, son a los que aspiramos y con los cuales nos sentimos identificados y comprometidos todos.
Por ello, los invitamos a ustedes a transitar junto a nosotros, por este camino de amistad en un trabajo común por los valores humanos: la paz, la armonía, la cultura, la familia y la sociedad"





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En la sede de la Fundación de la Amistad Argentino
 Turca en la ciudad de Buenos Aires. (Abril de 2007)

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Celebración del Natalicio del Profeta Mahoma
en la Facultad de Derecho -UBA. Bs.As. (Septiembre de 2007)

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Celebración del Natalicio del Profeta Mahoma en el Salón Auditorio de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación. Buenos Aires. (Abril de 2008)

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Beytullah Cholak entrevistando a los invitados al encuentro.
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Celebración del Ramadán en el Anexo de la Legislatura. (Bs As 25 de septiembre de 2008

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Izq. Hüseyin Çelik y esposa. Der: Ferhat Gezici


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Carlos Szwarcer con Yakup Kara,
Presidente de la Fundación de la Amistad Argentino Turca.

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Con el Sheik Beytullah Cholak (izq)
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FeSeRa - Federación Sefaradí de la República Argentina - Despedida del Embajador de Israel

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Carlos Szwarcer con el Embajador de Israel Dr. Rafael Eldad.
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De izq. a der.: Carlos Szwarcer - Rafael Eldad - Osvaldo Sultani - Emilio Hambra.
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Despedida del Embajador de Israel en Argentina

-Acto en FeSeRa (Federación Sefaradí de la República Argentina)-
Por Carlos Szwarcer 

Cuando en agosto de 2004 el Dr. Rafael Eldad llegó a la Argentina para hacerse cargo de la Embajada de Israel no era un desconocido. Entre los destinos que le asignaron en su carrera diplomática, iniciada en 1978, estuvo el de Consejero de la Embajada en Buenos Aires (1989 a 1994). Entre estas fechas fue testigo de dos tragedias: el atentado a la Embajada (17 de marzo de 1992) y la voladura de la AMIA (18 de julio de 1994). Estos hechos dramáticos lo vincularon muy especialmente con nuestro país. Luego de cuatro años en el cargo han comenzado una serie de homenajes que se extenderán hasta el 25 de Octubre cuando finalice su actual misión 
El acto de despedida organizado en la sede de FeSeRa el día 24 de Septiembre fue particularmente emotivo porque, además de las razones mencionadas, el Dr. Eldad es oriundo de Casablanca, Marruecos, y su esposa Batia de Tánger, circunstancia que ha permitido una corriente de simpatía apoyada en la afinidad cultural con la dirigencia judeo -sefaradí argentina.  

 
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Carlos Szwarcer con el Dr. Rafael Eldad













El Sr. Osvaldo Sultani (Presidente de FeSeRa), luego de dar la bienvenida a las autoridades presentes, se dirigió al Embajador con el apodo de “Rafi”, revelando que se despedía a un amigo, y señaló su predisposición a presentarse ante cada solicitud, fuera donde fuera: “siempre estuvo a nuestro lado, llevando a toda la comunidad judía su espíritu componedor”, afirmó el dirigente. La coincidencia de que el diplomático cumpliera este día 59 años fue propicia para ser agasajado con varios obsequios.
Ante la presencia del Gran Rabino Shlomo Benhamú; del representante de la Federación Sefaradí Mundial, Elías Salem; el presidente de la OSA, Carlos Frauman; representantes de la DAIA; directivos de FESERA y de diversas instituciones sefaradíes, el Dr. Rafael Eldad devolvió las gentilezas remarcando el espíritu conciliador, predispuesto al permanente diálogo, de las Instituciones sefaradíes, sobre todo en los momentos difíciles.

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Carlos Szwarcerm Rafael Eldad, Osvaldo Sultani, y Emilio Hambra
En el marco de un encuentro en el que sobresalió la calidez y la cordialidad el Embajador comentaría a modo de balance de su gestión que se encontraba satisfecho, tanto en la esfera política y cultural como en las relaciones comerciales. Aunque no resueltos aún judicialmente los atentados a la Embajada de Israel y de la AMIA reconoció avances parciales y sus esperanzas en que se descubran finalmente los culpables.
En tanto, se realizan los preparativos para la llegada del decimocuarto Embajador de Israel, el israelí Daniel Gazit; casado con tres hijos, se inició en la carrera diplomática a comienzos de los años setenta y estuvo a cargo de las Embajadas de Bolivia (1991-1994) y de Brasil (2000-2004).


* Fotos gentileza FeSeRa
Buenos Aires, Septiembre de 2008.
Carlos Szwarcer. © 2008

jueves, 14 de agosto de 2008

Los retoños sefaradíes de Buenos Aires


Cada día sale el sol. La rutina de la gran ciudad nos lleva a pensar que aún con el paso apresurado del tiempo nada cambia demasiado. Y no es así. ¿Cuánto ha pasado desde nuestra niñez? Un soplo. Y mejor ni preguntarse cuánto han cambiado las cosas desde entonces. Resistirme a creer que los orígenes se desvanecen deja un ritmo de tambores desacompasados golpeando en mi corazón.
En la tarea de tomar testimonios muchas veces pensé, con desazón, que las voces del presente sólo eran anacrónicos y desesperados ramalazos del ayer tironeados desde el presente. ¿Qué podía esperar si los que brindaban sus historias con apasionamiento descreían sobre el futuro del legado de sus ancestros? ¿El anhelo por retener la tradición -bellas y coloridas mariposas-, no sería, acaso, una trasnochada quimera?
Pero poco me importó lo que vaticinaran las investigaciones sobre el futuro de las tradiciones en un mundo globalizado, ni lo que la razón me dictara. Fue más fuerte la intención de que “algo” de aquellos remotos días perduraran y de que las costumbres de nuestros abuelos no se convirtieran en polillas fosilizadas lo que, al fin, me guió con cierto instinto atávico. Vaya a saber qué me habrá hecho tan empecinado. ¡Por suerte!
En los claustros había escuchado: “…de nada sirve el ´saber´ si lo guardamos para nosotros. Sólo tiene valor y sentido nuestro esfuerzo cuando comunicamos lo sabido”. Estas palabras, más o menos, me signaron. Y de aquellas horas desesperadas por ordenar y articular centenares de metros de cintas de casetes con “retazos de vidas” capturados por prehistóricos grabadores, quedaron, aunque más no sea, algunas reflexiones hilvanadas, textos pergeñados en días tormentosos, en noches de insomnio, intentando recrear palabras, dichos, refranes, sabores, olores, imágenes de cinco siglos, de ayer no más.
Esta obsesión por preservar y divulgar me ubicó en espacios más amplios que el de las serenas y cristalinas aguas de la identidad. Si bien, de algún modo, la variedad ya había estado presente en el universo de mi primer vecindario, extendí las alas y crucé los suburbios, más allá del linaje de la casa paterna, allí donde se acentuaban los matices y las diferencias. Estalló la diversidad que enriqueció mi cosmovisión.
¿Quién no tiene dudas? La incertidumbre aplasta o moviliza. El conocimiento de otras realidades lejos de menguar mi pertenencia al pasado familiar, la afianzó. Aunque las palabras de los sabios me señalaban que “una generación pasa y otra… y todo es vanidad de vanidades…”, seguí adelante descubriendo que también en los laberintos de la vida están la búsqueda y los momentos de felicidad. Aprendí que desentrañar el pasado esclarece el presente y que los mejores lugares para encontrarse con uno mismo pueden estar allí donde brilla lo heterogéneo. Así pues anduve batallando por tan diversos parajes del espíritu, por senderos transitables a fuerza de un puñado de convicciones que me sostuvieron.
En estos últimos años, convocado por el Ministerio de Cultura, encontré espacios adecuados para participar en temas relacionados con el patrimonio cultural tangible e intangible que conforman el rompecabezas de la idiosincrasia porteña. Dar a conocer hitos históricos barriales, instar al reconocimiento y la protección de varios sitios paradigmáticos fueron parte de las acciones promovidas.
Exponer el portentoso patrimonio cultural de Buenos Aires marcado por la pluralidad se potenció en estos últimos años por la gestión de funcionarios del área cultural que hicieron hincapié en las inmigraciones. Se organizaron, a tal efecto, actividades y jornadas: Buenos Aires Gallega; Gitana; Idish; Negra; Boliviana… Y llegó el turno de los sefaradíes.
La Jornada “Buenos Aires Sefaradí”, que se desarrolló en la Manzana de Las Luces, en la antigua Sala de Representantes de la Ciudad de Buenos Aires, transcurrió en doce horas que vigorizaron el espíritu. La metodología científica de los especialistas convivió en una atmósfera mágica, casi ritual, con la vital expresión de la cultura popular “in situ”. La sapiencia y la experiencia de vida de nuestros mayores junto a la participación de la juventud. Fue todo enriquecedor, aún las molestas dificultades técnicas que sirven para recordarnos que somos seres humanos presos, a veces, de la avanzada tecnología.
Me asombró, como la primera vez, “Sefarad”, la historia sefaradí, la expulsión, la búsqueda de nuevos hogares, el Mediterráneo sembrado de djidios (judíos sefaradíes), la llegada a la Buenos Aires cosmopolita. La presencia en los barrios, el despliegue de las tradiciones, el humor, la gastronomía, así como la pesadumbre y el horror del Holocausto transmitido en el testimonio de un sobreviviente que rehizo su vida construyendo su familia en esta ciudad en la que encontró “su lugar en el mundo.”
La mejor consecuencia de mi humilde actividad como coordinador general de este encuentro quizás haya sido que la variedad de las temáticas y la participación de distintas generaciones sedujeron a un público heterogéneo que siguió con interés la propuesta. Refranes admirablemente resguardados, compilados y expresados con sabiduría y sentimiento y la presencia poco común de jóvenes, mostraron que a pesar de tantas dificultades hay historia y sangre nueva de docentes y alumnos trabajando por conocer los orígenes, tomar testimonios, preservar la identidad. ¡Excelente! Eso soñé…
La vasta cultura judeo-sefaradí que se exhibió tuvo también un final soñado: luego de la amplia gama del abanico de costumbres, un cierre con la música y las canciones típicas que coronaron un día inolvidable.
En esta Jornada, organizada en el ámbito del Ministerio de Cultura por la Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico y la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, lució la singularidad sefaradí en un espacio común de nuestra sociedad como parte de la esencia multicolor de esta ciudad.

Buenos Aires. Agosto de 2008.
Carlos Szwarcer © 2008.